Desde el 28 de junio de 2011, he venido siguiendo las primarias internas del Partido Socialista francés. Luego de las primera vuelta del pasado domingo 9 de octubre, escribí este apunte. Ayer, se celebró la segunda vuelta electoral, y el resultado fue el esperado: François Hollande se ha convertido en el candidato presidencial del partido, en una extraordinaria historia política. A principios de año, Hollande estaba en último lugar en las encuestas, pero nadie puede ser subestimado en política. Un cambio de juego en el ajedrez, más la experiencia de quien por años fue el primer secretario del partido socialista (Hollande), fue concitando el respaldo y ayer alcanzó una victoria contundente.
Concluida la jornada electoral, Martine Aubry, primera secretaria y contendora de Hollande en la segunda vuelta, subió al podium, e inmediatamente, respaldó el triunfo de Hollande. La nota del periódico El País, describe el momento y sus palabras:
La perdedora Aubry, más concreta y agresiva, trató de presentarse como la aspirante más volcada hacia la izquierda, aunque en realidad los programas de ambos eran muy parecidos. Anoche, con exquisita deportividad, la secretaria general felicitó “calurosamente” a Hollande, anunció que el lunes volverá a su puesto en el partido y afirmó que el resultado “da más legitimidad y más fuerza a Hollande para afrontar el decisivo combate de las presidenciales”. “Hasta hoy nos hemos confrontado, hoy hemos votado y mañana haremos unidos el equipo de Francia para el cambio”, añadió.
Todo el partido apoyó a Hollande. «Tous ensemble on va gagner» («Todos unidos vamos a ganar»), decían los letreros de los simpatizantes en el exterior de la sede del Partido Socialista. Ese es el mensaje, que refleja la grandeza y el valor de colocar los intereses nacionales por encima de los intereses personales. Francia, que solo ha sido gobernada por un socialista (François Miterrand), tiene ahora la gran oportunidad de volver a colocar un presidente socialista. Hollande se enfrentará al presidente Nicolás Sarkozy en 2012, y también, tendrá que enfrentarse a la incógnita de ese proceso, que sin dudas lo es Marine Le Pen, que representa a la extrema derecha. Será una jornada electoral muy interesante. Con el post de hoy, concluyo el seguimiento a las primarias socialistas. Más adelante, oportunamente, analizaré el escenario electoral de cara a las elecciones presidenciales francesas del año próximo.
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